El Malecón de Cajititlán, tradiciones y artesanía hacen de Tlajomulco un lugar para vivir la cultura y la naturaleza
Durante esta temporada vacacional, Tlajomulco ofrece una variedad de atractivos turísticos para toda la familia, combinando naturaleza, tradiciones vivas y el talento de sus comunidades.
Uno de los puntos imperdibles es el Malecón de Cajititlán, un espacio ideal para disfrutar de su emblemática gastronomía a base de pescado fresco y antojitos locales, así como para realizar un paseo en lancha por la laguna, apreciando sus paisajes y tranquilidad.
Otro de los momentos que marcan esta temporada es la Representación de la Judea en Cuexcomatitlán, una escenificación de la Pasión de Cristo que se realiza a orillas de la laguna y que ha ganado reconocimiento por su emotividad y valor cultural. Esta representación reúne año con año a familias locales y visitantes que viven una experiencia única con profundo arraigo comunitario.
Además, Tlajomulco invita a recorrer la Ruta del Artesano, un viaje por tres comunidades donde se conserva y promueve el arte tradicional:
• En San Juan Evangelista, se puede conocer el proceso del barro bruñido, con técnicas heredadas de generación en generación.
• En San Lucas Evangelista, los visitantes pueden observar cómo se transforma el basalto, piedra volcánica que toma forma en manos de los artesanos.
• Y en Cajititlán, se trabaja la crin de caballo, con la que se elaboran piezas únicas que reflejan identidad y creatividad.
Cada visita es una oportunidad para valorar el trabajo artesanal y apoyar directamente a quienes mantienen viva la herencia cultural de Tlajomulco.